lunes, 31 de agosto de 2009

De Colombia para nadie: Triste realidad.

"El verdadero problema de Colombia, son los mismos colombianos".

El transcurrir de los días es realmente agitado en el país de la viveza criolla. La libertad de expresión es un peligro. Los hambrientos de poder, los sedientos de educación, los reyes de la ignorancia. Arrastran entre el barro y la misera, ceguera e intolerancia, al país del Sagrado Corazón. Donde el progreso es frenado por acciones y pensamientos retrógrados, religiosamente costumbristas, peligrosamente religiosos.

País mojigato, de retórica y conformismo. De doble moral, al filo del peligro. Ciudadanos buenos, ciudadanos malos, ¿Ciudadanos?.

Dónde está la Ética y dónde la Filosofía: escasean, ¿Quienes son esas señoras?, lo siento, pero no nos importan. Despotrico del progreso y también poco me importa, pero soy feliz cuando a mi casa llega, toca la puerta y se hace parte de mi vida.

Soy feliz, estoy conforme, amable y a sus órdenes. Estoy triste y soy amargo, la miseria no me ha ahogado. ¡Vivo asustado!, vivo tranquilo, venga y sea mi inquilino. Problemas ¿Dónde?, solo veo hasta el horizonte. Soy andino, soy caribe, egoísta y pacifista. Soy caritativo y guerrerista, donde sea pido pista. Soy ateo, soy creyente, soy de izquierda y de derecha. Soy problema y solución, Soy Colombia de corazón.